Oración a San Alejo para separar a dos personas

En tiempos de desesperanza y tribulación, los fieles buscan guía y consuelo en los santos y en las palabras de fe. Las oraciones se convierten en un puente entre el dolor terrenal y el amor divino, uniendo los corazones afligidos con la gracia celestial. San Alejo, venerado a lo largo de los siglos, ha sido un faro de esperanza para aquellos que buscan alejar lo perjudicial y encontrar paz en su vida.

La devoción mostrada hacia él es el reflejo de innumerables testimonios de almas consoladas y vidas transformadas. Al recitar con sinceridad las palabras que siguen, se invita a la protección y la intercesión de San Alejo, esperando que actúe como mediador en nuestras súplicas y nos brinde su benevolencia.

 

San Alejo, tu capacidad de alejar todo lo perjudicial
y los numerosos favores concedidos,
a aquellos en profunda aflicción,
me acerco a ti, pleno de fe y esperanza.

 

Has sido un ejemplo de devoción y poder,
y con humildad te invoco en estos tiempos sombríos.
Mi corazón sufre por aquellos que entraron
en mi vida, trayendo discordia y desesperanza.

 

Conozco tu especial habilidad
para apartar todo lo malo.
Te imploro mires mi situación con compasión,
alejando a [nombre de la primera persona] de [nombre de la segunda persona].

 

No deseo el mal, solo anhelo separación,
que sus caminos no se entrecrucen,
y ya no se unan en traiciones ni dolor.
San Alejo, sé que comprendes mis pesares
y las traiciones que en mi vida he sentido.

 

No busco venganza, sino justicia divina,
te suplico alejes cualquier negatividad,
iluminando sus senderos hacia el amor y paz.
Que no compartan ni mesa, salón ni cama,
y su convivencia sea sin lazos de intimidad.

 

Protégeme de los que actúan con mala fe,
líbrame de las malicias y acciones traicioneras.
Ilumina mi camino y el de los míos,
buscando siempre la paz y la serenidad anhelada.

 

Con fe te invoco: San Alejo, San Alejo, San Alejo,
refugio, esperanza y fortaleza en adversidad.
Te llamo en mañanas, tardes y noches,
confiando en tu intercesión y protección divina.

 

Comprometido estoy a difundir tu oración,
compartiendo tu bondad y misericordia con todos.
Deseo que mi familia vuelva a la armonía,
alejada de las sombras que la perturban.

 

Por tus años de sacrificio y amor a Cristo,
escucha mi petición ferviente.
Que el amor y felicidad regresen a mi vida,
y aquellos que causan división se retiren eternamente.

 

Glorioso San Alejo, eternamente agradecido,
en tu honor encenderé velas de fe.
Llevándote en mi corazón y alma,
compartiendo tu milagrosa intercesión con el mundo entero. Amén

 

La oración es más que palabras; es el eco del alma que busca conexión y alivio. Al dirigirnos a San Alejo, nos encomendamos a su bondad, esperando que su intervención milagrosa nos ayude en los momentos más oscuros. A través de la fe, encontramos un camino hacia la luz, un sendero que nos guía fuera de la adversidad y nos lleva a la serenidad.

Que cada palabra pronunciada en esta oración se transforme en una ofrenda, un compromiso de gratitud y devoción. Y que al compartir este ruego con otros, propaguemos la esperanza y el amor, recordando siempre la poderosa intercesión de San Alejo y su eterna promesa de protección.

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