Oración a San Alejo para alejar a una persona conflictiva

En tiempos de desesperanza y temor, los seres humanos buscan refugio en la fe y la devoción. Las oraciones sirven como un puente entre el terrenal y lo divino, proporcionando consuelo y guía en momentos de incertidumbre. San Alejo, uno de los santos más venerados, ha sido a lo largo de los siglos un bastión de esperanza para muchos.

Invocar a San Alejo no es simplemente recitar palabras; es abrir el corazón a la misericordia divina y buscar protección contra las adversidades del mundo. Su historia y legado nos enseñan la importancia de la humildad, el sacrificio y la bondad desinteresada.

Antes de sumergirse en esta oración, se invita al lector a preparar su mente y espíritu, a entrar en un estado de reflexión y devoción. Que estas palabras no sean meramente pronunciadas, sino sentidas profundamente, con la certeza de que serán escuchadas y atendidas.

 

San Alejo, emisario celeste,
de divina misericordia,
bienaventurado entre los santos,
y portador de luz y protección.

 

Me presento ante ti
con un corazón humilde,
esperando tu guía y auxilio.
Eres un fiel reflejo del amor de Dios.

 

Que siempre se ofreció con generosidad
y devoción, extendiendo tu gracia
a todos sin esperar recompensa.
Hoy, vengo a ti, solicitando

tu intercesión para librarme
de quienes buscan hacerme daño,
y rodean mi vida con negatividad.
Tú, con profunda humildad y bondad,

encontraste amor y favor
ante la Madre María.
Aléjame de quienes siembran discordia,
envidia y rencor a mi alrededor.

 

Que sus miradas y malas intenciones
se desvanezcan, que no encuentren
en mí un blanco para su maldad.
Ganaste el cariño y la gracia divina.

 

Te ruego cubras con tu manto protector,
alejando traición, injusticia,
y palabras que buscan dañar mi ser.
Hazme invisible a quienes, por rencor.

 

Y envidia oscurecen sus corazones,
permíteme encontrar paz
y serenidad en cada nuevo amanecer.
Pido que, con tu poder celestial,

alejes de mi vida a los que desean
verme hundido, que sus mentes
se liberen del odio hacia mí.
Que juntos encontremos un sendero

de luz y de redención divina.
Permíteme aprender del amor al prójimo,
encontrar capacidad de tolerar y perdonar,
no caer en provocaciones o enfrentamientos.

 

Enseña la resiliencia, a comprender
que cada ser lucha sus propias batallas,
y no permitir que sus demonios
perturben mi paz interior.

 

Intercede por mí ante el Padre,
que bajo su luz y amor pueda hallar
el camino verdadero del perdón,
enriqueciendo mi vida, lejos de los conflictos.

 

Con tu guía, deseo respirar profundidad,
dejar atrás malos deseos y envidias,
centrarme en la gratitud,
y bendiciones que cada día ofrece.

 

Oh San Alejo, fortaleza de los desamparados,
que tu presencia nunca me falte,
aleja anhelos de venganza,
y cuida mi salud mental y espiritual.

 

De quienes no ven valor en la alegría ajena,
que en tu santo nombre, mi vida resplandezca
con bendiciones y momentos preciados.
Te agradezco, confío en que atenderás

mi ruego, guiándome hacia la paz
y el amor divino. Con respeto y devoción,
me encomiendo a ti, protector contra el mal,
siempre dispuesto a auxiliar a los fieles.

 

Cada día renuevo mi fe en ti,
en tu poder y en tu benevolencia.
Refugio en momentos oscuros,
luz en la penumbra de la desesperanza.

 

Que tu presencia constante ilumine
mis pasos, y tus palabras, sagradas,
resuenen en mis oídos, recordándome
siempre la gracia divina y tu protección. Amén.

 

Una vez pronunciadas estas palabras con fervor y fe, es esencial llevar en el corazón la certeza de que la protección divina nos acompaña. La oración no termina cuando finalizamos sus versos, sino que se convierte en un compromiso con nosotros mismos de vivir con rectitud y bondad.

Las adversidades y conflictos pueden ser inevitables, pero con la guía y el auxilio de San Alejo, somos más fuertes y resistentes. La fe es la armadura que nos protege y el faro que nos guía en la oscuridad, y San Alejo es el intercesor que nos ayuda a fortalecerla.

Que al finalizar esta oración, no solo llevemos con nosotros las palabras, sino también su esencia y significado. Que encontremos la paz interior, el amor hacia el prójimo, y la fortaleza para superar los desafíos con gracia y valentía.

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