Oración a San Deshacedor para separar

En los momentos de oscuridad y desafío, el ser humano, a lo largo de los siglos, ha buscado refugio y apoyo en las entidades divinas. Aquellas que le brindan fuerza y coraje para enfrentar las adversidades. Es en estos momentos en los que la fe se convierte en nuestro faro, iluminando el sendero y dándonos esperanza cuando todo parece perdido.

San Deshacedor emerge como una figura espiritual de gran poder, siempre dispuesto a intervenir en nombre de aquellos que, con un corazón sincero, acuden a él. Su nombre evoca la capacidad de deshacer lo negativo, de desarticular las tramas maliciosas y proteger a quienes buscan su amparo. No es simplemente una figura de culto, sino un símbolo de resistencia y triunfo sobre la oscuridad.

Antes de sumergirnos en la profunda oración que sigue, es esencial preparar nuestro espíritu. Aclarar nuestras intenciones, abrir nuestro corazón y permitir que la fe nos guíe en esta invocación. Permitámonos ser vulnerables y sinceramente buscar el apoyo divino que San Deshacedor nos ofrece.

 

Hoy, con un corazón contrito
y lleno de fe,
me postro a tus plantas,
rogando tu guía
y tu protección San Deshacedor.

 

Pues enfrento a aquellos que,
guiados por sus pasiones oscuras,
buscan hacerme daño
y atentar contra mi paz
y bienestar.

 

Tal como se desvanece el humo
de esta vela que sostengo,
así te pido, oh gran San Deshacedor,
que deshagas y disipes
cualquier mal intento,
maldición o acción maligna
que mis enemigos tramen.

 

Que sus planes y acciones
caigan en la vacuidad
y no prosperen.
Tú, glorioso San Deshacedor,
que te levantas heroicamente
contra el mal y la injusticia,
defiendes a los débiles y marginados.

 

Te imploro que, tal como he venido
con humildad y devoción,
hagas que mis adversarios
se acerquen a mí con igual humildad,
reconociendo sus errores
y buscando reconciliación.

 

En el poderoso nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo,
y respaldado por la corte celestial,
invoco tu intervención divina.
Que mis enemigos vengan humillados,
tal como Satanás a los pies
de San Miguel Arcángel.

 

Oh protector mío,
pido tu intercesión,
que deshagas de mi hogar
toda negatividad,
 separa a las personas que no deben estar juntas.

 

Convierte mi hogar
en refugio de paz, amor,
y prosperidad.
Y a aquellos que intenten
disponer de mí o mis bienes,
ilumínales el camino de la rectitud.

 

San Deshacedor de gran poder,
te ruego que alejes de mí
a quienes deseen mal.
Que les deshagas malas intenciones
y los conduzcas al arrepentimiento.

 

Finalmente, imploro tu bendición,
tu protección sin fin.
Confiado en tu poder,
me encomiendo a ti,
seguro de tu guía divina,
deshaciendo adversidades,
guiándome hacia la luz. Amén.

 


A través de estas palabras, nos hemos encomendado a una entidad superior, reconociendo nuestra vulnerabilidad y necesidad de protección. Sin embargo, más allá de la protección, hemos solicitado guía, luz y la capacidad de transmutar lo negativo en positivo. Este es el verdadero poder de la oración: no solo buscar refugio, sino también transformación.

Al recitar estas palabras, no solo buscamos protección, sino también una conexión espiritual que nos fortalezca desde el interior. Esta oración a San Deshacedor nos sirve como recordatorio de que, aunque las adversidades son una parte inevitable de la vida, no estamos solos en nuestra lucha.

Que cada vez que recitemos esta oración, nuestra fe sea renovada, nuestra esperanza reforzada y nuestra conexión con lo divino fortalecida. En este espíritu, avanzamos con confianza, sabiendo que estamos amparados y protegidos en cada paso de nuestro viaje.

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