Oración a San Deshacedor para dominar enemigos

En los tiempos oscuros en los que nos encontramos, la fe surge como una luz inquebrantable que nos guía a través de las sombras. Cada día, nos vemos rodeados de desafíos y tentaciones que amenazan nuestra paz interna y la armonía con los demás. Sin embargo, no estamos solos en esta batalla. Contamos con la presencia de santos y ángeles, guardianes que nos brindan su protección y guía.

San Deshacedor, un santo venerado desde tiempos inmemoriales, es conocido por su capacidad para deshacer el mal y traer alivio a aquellos que sufren. Su historia y legado nos recuerdan la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe y de buscar siempre la protección divina ante las adversidades. Antes de sumergirnos en esta oración, recordemos la importancia de acercarnos con un corazón puro y una intención clara, permitiendo que su poderosa intercesión nos envuelva.

 

 San Deshacedor, así como Satanás fue humillado
A los pies del arcángel,
Que los que albergan maldad
Sean también humillados y vean
El poder de la fe y justicia.

 

Que sus ojos no me hallen,
Que sus corazones no me odien,
Que sus pensamientos no me alcancen,
Y sus palabras no me lastimen.

 

Observa, oh San Deshacedor,
Mi hogar y espacios que me abrazan,
Transforma cualquier negatividad
En bendiciones y protección,
Que toda idea de daño desvanezca
Bajo tu manto poderoso.

 

En este mundo agitado,
Donde pruebas nos desvían,
Busco tu fuerza, San Deshacedor,
Para permanecer firme y resuelto.
Que aquellos que buscan mi caída,
Reconozcan la fe y busquen redención.

 

Las armas que porten
Serán inofensivas ante mí,
Que al intentar usarlas,
Busquen la salvación y no la perdición.

 

En el laberinto de la vida,
Donde sombras ocultan amenazas,
Con tu guía, disipas el miedo
Y aseguras cada paso que doy.

 

Reflexionando sobre el propósito divino,
A pesar de mi pequeñez ante la inmensidad,
Cada alma es invaluable
A ojos del Creador supremo.

 

San Deshacedor, recuérdame mi valor,
Que adversidades no nublen mi visión,
Que siempre encuentre el camino de luz,
Y sienta tu reconfortante presencia.

 

La vida está llena de pruebas,
Desafíos que fortalecen nuestra fe,
En cada reto, busco tu guía,
Para superarlo con sabiduría.

 

Que cada enemigo sea una oportunidad,
Para demostrar la fuerza de la fe,
Al final de cada jornada,
Que mi alma busque la perfección divina.

 

En nombre del Padre, del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Invoco tu protección y guía, San Deshacedor.
Que la paz reine en corazones justos,
Y que el bien siempre prevalezca.
Amén.

 

Después de elevar nuestras súplicas y manifestar nuestra devoción, es esencial recordar que nuestra relación con lo divino no termina aquí. La oración es solo el comienzo, el primer paso en un viaje de fe y devoción que nos lleva a un entendimiento más profundo de nuestro propósito y misión en este mundo.

San Deshacedor, como todos los santos y seres divinos, actúa como un puente entre nosotros y el Creador. A través de sus enseñanzas y milagros, nos muestra el camino a seguir. Pero depende de nosotros tomar la decisión de caminar en él, confiando en que, incluso en los momentos más oscuros, una luz divina nos guiará. Que cada palabra pronunciada y cada sentimiento expresado en esta oración nos acerque más a esa luz eterna, y que nuestras vidas reflejen el amor y la gracia que nos ha sido otorgada.

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