Oración a San Juan Bosco por los jóvenes

En los momentos de tribulación y duda, cuando la fe parece tambalear y la esperanza se debilita, es cuando la comunidad cristiana busca guía y protección en aquellos que, a través de sus vidas, reflejaron la luz y el amor de Cristo. Entre estos guardianes espirituales, San Juan Bosco destaca como una figura icónica, especialmente para la juventud. Su legado y su compromiso inquebrantable con los jóvenes, en particular con aquellos más vulnerables, hacen de él una fuente inagotable de inspiración.

Los desafíos que enfrentan los jóvenes en el mundo moderno son múltiples y, en muchos casos, abrumadores. El mundo presenta trampas y tentaciones a cada paso, y el ancla de la fe puede parecer, a veces, insuficiente. Sin embargo, es en estos tiempos de prueba cuando las historias y los ejemplos de santos como Don Bosco nos recuerdan que no estamos solos. Su vida y sus enseñanzas nos ofrecen un modelo a seguir, una ruta trazada con amor, devoción y servicio.

 

La intercesión de San Juan Bosco
se vuelve más palpable,
transformando el abismo
en una senda iluminada
hacia la redención.

 

En la profundidad de mi ser,
y unido al clamor de miles,
elevamos nuestra súplica:

 

Oh, poderoso San Juan Bosco,
guía celestial de la juventud errante,
que en vida supiste enseñar
con amor la palabra del Señor.

 

Te invocamos desde el fervor
de nuestro corazón.
En este mundo donde las tentaciones
y los peligros son incesantes,

Y donde los jóvenes, a menudo,
se sienten desorientados,
te suplicamos que seas su faro,
iluminando su camino.

 

Y conduciéndolos con firmeza
hacia la fe y la moral cristiana.
Tú, que conociste de cerca el valor
de cada alma joven,

Y te dedicaste incansablemente
a alejarlas de las adversidades,
hoy te pedimos que sigas siendo
ese puente que conecta

La esperanza juvenil con la misericordia
infinita del Padre.
Que, a través de tu intercesión,
los jóvenes que sufren soledad.

 

Abandono, y aquellos despreciados
por la sociedad,
encuentren en ti un refugio
y la certeza del amor divino.

 

Desde la inmensidad celestial donde
ahora habitas,
te rogamos, querido Don Bosco,
que continúes con tu honrosa

Y maravillosa misión,
extendiendo tus bendiciones
sobre cada joven,
en especial aquellos sumidos

En vicios y desgracias de este mundo.
Con humildad, elevamos a ti
nuestras plegarias,
confiando en que, gracias a tu cercanía,

Con el Señor, estas no quedarán desoídas.
Que los jóvenes de hoy y de siempre
sientan tu presencia a su lado,

Que bajo tu protección crezcan sanos,
generosos y firmes en su fe,
y siguiendo tu ejemplo,
sean testimonios del amor de Cristo.

 

Te imploramos que, a través de tu santidad,
les brindes el acompañamiento y la gracia
para rechazar el mal y vivir la vida cristiana.

 

Y acercarse cada día más
a nuestro amado Padre Celestial.
San Juan Bosco, amigo y padre,
en ti depositamos nuestra esperanza.

 

No desoigas las palabras de esta oración,
que con sincero corazón te presentamos.
Intercede por los jóvenes del mundo.

 

Que en ti ven una esperanza incandescente,
y por tu mediación, sientan el amor del Padre.
En gratitud eterna, celebramos tus obras.

 

Rogando que siempre sean el reflejo
de la generosidad y bondad divinas.
Amén.

 

Una vez más, a través de esta oración, reafirmamos nuestra confianza y entrega a la guía de San Juan Bosco. Su vida es testimonio de que, con determinación y fe inquebrantable, es posible iluminar los caminos más oscuros y brindar esperanza a aquellos que más lo necesitan. Cada palabra, cada súplica, es un recordatorio de la promesa de salvación y el amor incondicional de Dios.

Como comunidad de fe, es nuestra responsabilidad llevar adelante el legado de Don Bosco, extendiendo su mensaje de amor y salvación a las nuevas generaciones. Porque, a través de su intercesión, encontramos la fuerza para superar las adversidades y la inspiración para ser agentes de cambio en un mundo que clama por amor y justicia. Que cada oración elevada en su nombre sea también un compromiso de seguir su ejemplo, y que su legado siga siendo una antorcha brillante que guíe nuestros pasos.

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