Oración San Luis Beltrán santería
En las profundidades de nuestra fe, encontramos refugio y guía en las oraciones que recitamos. Las palabras elevadas con sinceridad y devoción tienen el poder de conectar nuestro espíritu con el divino, abriendo un canal de comunicación entre el cielo y la tierra.
A lo largo de la historia, han existido figuras sagradas que sirven de intermediarios en nuestra relación con lo divino. Una de estas luminosas figuras es San Luis Beltrán, un santo venerado por su inquebrantable devoción y su misión de llevar esperanza y sanidad a las almas necesitadas. A través de las edades, su legado ha iluminado el camino de innumerables creyentes.
Con un corazón humilde y una mente clara, nos preparamos para recitar la oración dedicada a él. Al hacerlo, no solo buscamos su intercesión y guía, sino que también nos conectamos con una tradición espiritual que ha sustentado a generaciones de fieles.
Oh poderoso y venerado,
San Luis Beltrán amado,
Médico de almas, protector fiel,
Contra dolencias, eres miel.
Acudimos a ti, con esperanza y fe,
Implorando tu gracia, San Luis de pie.
Ante la Trinidad, divina y real,
Fuente de todo amor, sin igual.
Desde el corazón del cielo azul,
Junto a María, con su luz.
Inmaculada siempre, divinidad,
Escucha nuestras súplicas, por la eternidad.
Bondad inquebrantable, verdad en acción,
Llevaste sanidad, sin distorsión.
Extiende tu mano, sobre nuestro ser,
Protegiendo a familiares, con poder.
Oh San Luis, misionero de verdad,
Intercede ante la Trinidad.
Disipa envidias, males, y dolor,
Llénanos de salud, con tu amor.
Sombra aleja, luz déjanos ver,
Salud en el cuerpo, alma hacer crecer.
Refugio y guía, en ti confiamos,
En heridas profundas, tus manos clamamos.
Por la luz de tu misericordia, oramos,
De adversidades y males, nos resguardamos.
Acompaña a quienes acuden a ti,
Que ángeles guarden nuestro existir.
Fe inquebrantable, en ti resplandece,
Santa Gertrudis, en el alma aparece.
Santos y mártires, de amor llenos,
Intercede por nosotros, a ellos llamemos.
San Luis Beltrán, en Jesús confiamos,
Nuestra fe, a tus pies dejamos.
Salud y guía, en vida terrenal,
Cumplir con Dios, es nuestro ideal.
Tu bendición, María nos guarde,
Santos del cielo, en unión arde.
En nombre del Padre, Hijo y Espíritu,
Amén, en nuestro espíritu resitu.
En días de tribulación y pena,
Tu nombre invocamos, sin cadena.
Guía nuestros pasos, en la oscuridad,
Ilumina el camino, con bondad.
A ti recurrimos, en momentos duros,
Buscando consuelo, en muros seguros.
En tu compañía, sentimos paz,
En cada oración, tu gracia nos das.
En el silencio de la noche serena,
Tu voz resuena, y toda pena desena.
Con esperanza, renovamos la fe,
San Luis Beltrán, a tu lado esté.
La lucha diaria, enfrentamos con vigor,
Pero en ti buscamos, el reconfortador.
Fortaleza y valor, nos otorgas cada vez,
A ti agradecemos, con sincera altivez.
Los desafíos de la vida, no cesan jamás,
Pero en tu presencia, paz encontramos detrás.
San Luis Beltrán, protector de la verdad,
En tu oración, hallamos la libertad.
En el sagrado altar, tu imagen reverenciamos,
Con devoción y fe, siempre te aclamamos.
Que tu intercesión, nos guíe hacia el Señor,
Y nos ofrezca refugio, en cada temor. Amén.
Al concluir nuestra oración, sentimos un renovado sentido de propósito y una profunda conexión con el divino. Cada palabra pronunciada, cada petición elevada, refuerza nuestra fe y nos acerca un paso más al amor infinito que Dios tiene para cada uno de nosotros.
San Luis Beltrán, con su ejemplo y devoción, nos muestra el camino hacia una vida de fe inquebrantable y servicio desinteresado. Al seguir sus pasos, nos abrimos a las bendiciones y milagros que aguardan a aquellos que creen con un corazón sincero.
Que esta oración sirva como un recordatorio constante de nuestro compromiso con la fe y de la promesa del cielo que aguarda a todos los que buscan con verdad y amor. Que cada palabra resuene en nuestros corazones y nos guíe en todos nuestros días.
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