Oración a San Juan de Dios por un niño enfermo

En la vasta inmensidad de la creación, donde cada estrella y cada grano de arena tienen su propósito, nos encontramos como humildes criaturas buscando un propósito, una razón de ser. La divinidad, en su infinita sabiduría y amor, nos ha dotado de la capacidad de comunicarnos con Él, de buscarlo en momentos de alegría y desesperación.

La oración es ese puente etéreo que conecta nuestra alma con el divino, un diálogo sincero y profundo donde exponemos nuestras inquietudes, anhelos, gratitud y peticiones. La fe, esa chispa divina que alienta nuestra esperanza, se manifiesta más fuerte cuando nos arrodillamos y elevamos nuestro pensamiento al Creador.

Antes de sumergirse en las profundidades de esta oración, es esencial recordar que cada palabra proviene de un lugar de sinceridad, de un corazón que busca consuelo y guía en el Todopoderoso.

 

Oh Padre celestial,
Creador del cielo y la tierra,
Tú que conoces cada rincón
de mi ser, cada pensamiento
y cada deseo, sabes cuán
humildemente vengo ante Ti.

 

Como hijo tuyo, sé que
conoces todo de mí,
hasta los más profundos secretos
y las más calladas súplicas
de mi corazón. Aunque en muchas
ocasiones he fallado,
olvidado y hasta negado
Tu presencia, hoy reconozco
mi fragilidad y me postro ante Ti,
solicitándote con esperanza y fe.

 

Has instruido a tus hijos
para que acudamos a Ti
en momentos de necesidad,
y hoy ante Ti me presento
con corazón quebrantado, pero
lleno de fe. Reconozco Tu poder,
el que ha dado forma al universo,
sanado a los enfermos y siempre
tiene la última palabra.

 

Dios todopoderoso, en esta hora,
imploro tu intervención divina,
y a través de San Juan de Dios,
pido por la sanación del niño.
San Juan de Dios, venerado
por sus milagros y bondad,
puente de esperanza y sanación,
junto a Ti, luz en oscuridad.

 

A través de los siglos, has demostrado
tu amor, brindando consuelo y paz.
A los perdidos has dado refugio,
a los enfermos, renovada salud.
A aquellos en lucha, has dado fuerza,
en momentos oscuros, Tu luz brilló más.

 

Miro al cielo estrellado y contemplo,
la magnitud de Tu creación.
Cada estrella, un testamento de Tu amor,
cada aliento, una bendición.
En el vasto universo, con sus misterios,
hay un diseño, una intención.

 

San Juan de Dios, con su legado
de amor y caridad, es testigo
de tu misericordia inquebrantable.
Así, te pedimos que cuides del niño,
con manos curativas y amor sin igual.

 

En los brazos de la Santísima Virgen,
que el pequeño encuentre reposo.
Que San Rafael lo acompañe,
en su viaje hacia la sanación.
Mientras que nosotros, sus seres queridos,
te ofrecemos nuestra devoción.

 

En los días de prueba, guía nuestros pasos,
y que en nuestra fe, hallemos el camino.
Aunque no entendamos siempre el porqué,
sabemos que Tu plan es divino.

 

Fortalece, oh Dios, a aquellos que cuidan,
al niño en su lecho, dándole amor.
A los médicos y enfermeras, bríndales
sabiduría, en esta noble labor.

 

Que en cada amanecer, veamos un signo
de esperanza, un nuevo color.
Y en cada puesta de sol, un día más
cerca de su restauración.

 

Con corazones esperanzados y manos unidas,
te pedimos, oh Señor,
que escuches nuestra oración y que
pronto devuelvas al niño su vigor.

 

Porque en Ti confiamos, y en Tu palabra,
sabemos que eres nuestro Salvador.
Amén.


Tras elevar nuestro espíritu y voz en súplica, se siente una renovada sensación de esperanza y fortaleza. La fe no solo reside en las grandes catedrales y templos, sino en el recinto silencioso de nuestro corazón, en cada latido que resuena con amor y devoción.

Que esta oración sirva como un recordatorio de que no estamos solos en nuestras luchas. El Dios Todopoderoso está siempre presente, escuchando y guiando nuestros pasos hacia la luz. La divina intercesión de santos y ángeles nos rodea, y su amor y protección nos envuelven en cada momento.

Con el corazón lleno de gratitud, nos encomendamos a la divina providencia, sabiendo que cada oración es un paso más cerca de la verdad eterna, de ese encuentro íntimo con el Amor Infinito que todo lo abarca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Qué te pareció este artículo?

Subir