Oración a San Jorge para la salud
En la eterna búsqueda de consuelo y sanación, nos postramos ante San Jorge, el valiente guerrero celestial, en busca de su protección y guía. En la oscuridad de nuestras dolencias y temores, buscamos su luz divina para encontrar la paz que nuestro espíritu anhela. Hoy, en humildad y devoción, elevamos nuestras plegarias al cielo, confiando en la intercesión de San Jorge, quien con su espada sagrada venció al dragón y conoce la misericordia del Señor Jesús, especialista en aliviar nuestras aflicciones y enfermedades.
Conscientes de que nuestras almas y cuerpos son templos del Señor, imploramos a San Jorge que nos libre de las cadenas de la enfermedad y que desate los tormentos que martillan nuestras mentes. Creemos que, con su ayuda y la gracia divina, nuestros caminos serán enderezados y nuestras cargas serán aligeradas. Así, nos encomendamos a su poderoso manto protector, sabiendo que estamos rodeados por el ejército celestial en nuestra lucha contra el mal.
San Jorge, que la luz de la calma llene mi espíritu
y revitalice mi cuerpo, al servicio del Padre.
Haz presencia en forma de salud y alivia
mis dolencias, líbrame de las maldades que agobian.
Elimina el dolor que martilla mi cabeza,
como un constante golpe en la pared que amenaza.
No permitas que este humilde templo del Señor
se derrumbe, para Él vivo y por Su gracia viviré siempre.
Tú, fabuloso guerrero de los cielos,
fuiste quien derrotó al dragón con tu espada.
Conociste al Hijo del Padre, el sagrado Jesús,
encargado de sanar a los enfermos con luz divina.
Pido que intercedas por mí ante el Señor Jesús,
especialista en enfermedades, grande en humildad.
Acudo a ti, gran guerrero, mi camino se tuerce,
confío en tu intercesión para liberar mi alma del dolor.
Usa tu espada con el poder otorgado,
corta la enfermedad que atenta contra mi persona.
Declaro con esta oración ser librado de la enfermedad,
gracias al poder del Padre, los santos a mi lado.
El ejército del Señor acompaña mis pasos,
otorgándome poder para avanzar, eliminando
maldad y carga que el maligno intenta imponer en mí.
Desde ahora, doy gracias a ti, Santo Guerrero.
Oh Dios, que diste a San Jorge fortaleza y constancia,
en múltiples tormentos por sostener nuestra fe,
te rogamos que, por su intercesión, preserves nuestra fe
de titubeos y dudas, para servirte con corazón sincero.
San Jorge, valeroso guerrero, defendiste
a la princesa de Capadocia, abatiendo al dragón
con tu lanza. Te solicito humildemente que vengas
en mi auxilio y me protejas de asechanzas del demonio.
Protégeme de enemigos, conspiran para destruirme,
con tu manto como escudo, caminaré por mares
y tierras, noche y día, mes tras mes, año tras año.
Mis enemigos no me verán, no me oirán, no me seguirán.
Que el mal que intenten contra mí se vuelva contra ellos.
Caminaré libremente, como lo hizo Jesucristo
en el vientre de la Virgen María. San Jorge, en esta ocasión,
te pido paz, entereza y verdad en cada decisión.
Concédeme tranquilidad para actuar sin culpa ni estrés,
verdad para elegir el bien sobre el mal, hazme tu servidor fiel,
transfórmame en alguien que refleje a Cristo nuestro Señor.
San Jorge todopoderoso, fuente de salud y curación, concédenos.
La salud y el bienestar que necesitamos,
danos conciencia de tu presencia y confianza absoluta en ti.
Cuando el dolor, el cansancio y la ansiedad nos abrumen,
enséñanos a entregarnos a tu cuidado, danos salud, fuerza y paz. Amén.
En este acto de fe y confianza, agradecemos a San Jorge por escuchar nuestras súplicas y por su intercesión ante el Señor. Declaramos con fervor que seremos librados de la enfermedad que aflige nuestros cuerpos y espíritus, pues confiamos en el poder del Padre y en la presencia constante de los santos a nuestro lado. Al avanzar en nuestras vidas, eliminando la maldad y la carga que intenta imponer el maligno, recordamos que estamos llamados a hacer lo glorioso en todas las ocasiones por las que transitemos.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, concluimos esta oración con gratitud y esperanza en nuestros corazones. Que la paz, la entereza y la verdad guíen nuestros pasos, y que San Jorge, el valiente guerrero celestial, siga siendo nuestro protector y guía en momentos de aflicción. Amén.
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